sábado, 30 de noviembre de 2019

La belleza del lago Karakul

Karakul, el increíble lago salado en el techo del mundo Tan salado que ni siquiera se puede navegar, el lago Karakul se encuentra en Tayikistán, en Pamir. Entre los lagos más increíbles del mundo, el lago Karakul ciertamente ocupa una de las primeras posiciones.
Ubicado en Tayikistán, a una altitud de 3960 metros (es incluso más alto que el Titicaca sudamericano) en las montañas Pamir, el Karakul es un espectacular cuerpo de agua: 230 metros de profundidad, se extiende por 52 kilómetros en un área de 380 kilómetros cuadrados. Rodeado de montañas nevadas durante todo el año, y de un desierto con un paisaje lunar, se llega a a él a través de la carretera del Pamir.














Este lago nació hace unos 25 millones de años, cuando cayó un meteorito en la Tierra. Inicialmente llamado "Lago Victoria" por los cartógrafos británicos, y luego renombrado "Kara Kul" y "Lago Negro" por los rusos, hoy conquista a los viajeros con los colores de sus aguas, que cambian durante el día: a veces son turquesa, otras Esmeralda o azul cobalto. Y es una atracción increíble para aquellos que deciden venir aquí, cruzando Asia Central (las ciudades más cercanas son Murghab en Tayikistán y Osh en Kirguistán).
Rodeado de depósitos de sal, el lago Karakul no tiene escorrentía y es uno de los lugares de salinidad más alta de toda Asia. Sin embargo, las islas pantanosas que emergen de sus aguas atraen a muchas aves migratorias. Lo más increíble es que aquí los barcos no pueden navegar: se vuelcan, como por arte de magia (aunque la gente sigue intentándolo).Es de alguna manera el gemelo del Mar Muerto, el lago Karakul.
Cada año se celebra un evento único en el mundo, la Regata Roof of the World, durante la cual jovenes intrépidos de todo el mundo compiten en kite surf, waterboard y rafting, desafiando su agua muy salada. Y es un lugar tan remoto, este, que durante la Segunda Guerra Mundial fue utilizado como "prisión" para los prisioneros alemanes. Llegar aquí y pasear por sus alrededores es hoy una experiencia surrealista. Por la mañana, el lago es tan azul que, por un momento, con esas casas blancas y azules que lo rodean, parece una isla griega. Excepto que solo un puñado de personas vive a lo largo de sus orillas.
Un lugar fuera del mundo. O más bien, en el techo del mundo. Qué pocos alcanzan, pero que, para esos pocos, se revela en toda su maravilla.

Más info aquí

No hay comentarios:

Publicar un comentario