viernes, 14 de febrero de 2020

😊Talla y pintura en madera: una parte importante de las artes decorativas aplicadas de Uzbekistán. 🐫

En cada casa tradicional uzbeka siempre hay al menos un objeto de madera decorado con tallas artísticas, ya sea una puerta maciza o un pequeño amuleto para niños. Durante siglos la talla en madera se ha utilizado para decorar columnas, contraventanas, puertas, vigas de techo y muchos otros objetos en hogar del uso cotidiano: mesas y taburetes, baúles, armarios pequeños y cofrecitos, camas de madera y cunas, sujetalibros, tinteros y peines.
Y aunque el curso de algunos acontecimientos históricos ha cambiado las preferencias y los gustos en esta forma de arte popular, aun así, los artesanos hoy en día mantienen los 3 estilos principales de talla en madera, cada uno de los cuales se caracteriza por sus propios motivos y composiciones originales, efectos y técnicas.«Bagdadí» proviene del nombre de la antigua construcción de la puerta de chapa fina. El estilo en sí es bastante simple, pero elegante, basado en ornamentos geométricos. Es raro que un objeto esté decorado sólo con la técnica «bagdadí». La mayoría de las veces esta técnica está presente en forma de un panel de marco en las puertas, en mesitas y cofres o cofrecitos.










«Pargorí» proviene de la palabra «pargor», compás, ya que el maestro utiliza este instrumento (herramienta) para aplicar la rejilla geométrica. Los círculos, cuadrados, triángulos se dibujan en la pieza bruta, y luego se marca un patrón muy fino y delicado.
«Islimí» es la técnica más complicada de todas las mencionadas con un elegante ornamento vegetal, la que combina convólvulo (enredadera) y espiral. Sólo un maestro experimentado puede trabajar con esta técnica. El ornamento tiene un fondo profundo. Esta técnica puede compararse con las tecnologías 3D, cuando cualquier objeto está en volumen y no en la superficie. Las variaciones muy complejas del patrón floral se combinan frecuentemente con los otros dos estilos.Se puede realizar el tallado y en varios planos, cuando el patrón de una capa sirve como fondo para la siguiente capa.Durante siglos los principales centros de la talla de madera en Uzbekistán han sido Kokand, Tashkent, Jivá, cada una de estas ciudades tiene su propio estilo distintivo y su escuela de arte de la talla.
La madera más bella se utiliza tradicionalmente en Uzbekistán para tallar, en particular para enfatizar y enriquecer su belleza natural con ornamentos. Las especies de árboles locales más adecuadas para la talla son la chinara (el plátano oriental), el nogal, el karagach (una variedad de olmo), la archá (el enebro), el álamo, la morera y el albaricoque.
El color desempeñó un papel importante en la creación de encajes de madera finos. La pintura artística en madera casi siempre acompañaba a la talla para decorar techos, columnas, mesas, biombos, taburetes, mesitas, marcos y cofrecitos.
Los artesanos aplicaron pintura a techos y columnas para aligerar visualmente la construcción arquitectónica. Los ornamentos muy delicados, por así decirlo, flotando en el aire, cuyos elementos representaban ramas entrelazadas y flores suaves combinadas con formas geométricas simples, todo esto creaba una sensación de ligereza y levedad. Objetos artísticos como los instrumentos musicales son difíciles de imaginar sin la talla en madera.
Otra técnica de carpintería muy popular en Uzbekistán es la miniatura de laca. Los artesanos utilizan los estilos como «islimí», «guirij», «madojil», «tumary». A veces toda una historia puede ser representada en la tapa de un cofrecito: las aventuras de una historia de amor, la belleza de las tierras nativas, las tradiciones ancestrales. Los temas son muy variados y pueden hablar de hazañas, escenas de caza, fiestas. Muy a menudo las obras de poetas y pensadores famosos como Alisher Navoí y Omar Jayam están ilustradas en estas miniaturas.
En el pasado los artesanos uzbekos sólo utilizaban pinturas vegetales que ellos mismos producían según las recetas tradicionales.
Al mantener las tradiciones centenarias de las miniaturas de laca, los artistas uzbekos crean hoy las obras maestras dignas de sus antepasados. La imprimación está hecha de polvo de oro o bronce con la adición de pegamento de albaricoque o cereza. Luego con un pincel pequeño aplican el dibujo. La preparación de lacas y pinturas se realiza según recetas especiales, con la adición de yema de huevo. Se puede decorar diferentes objetos con la técnica de miniatura lacada: cofres y estuches de lápices, mesitas, tableros de ajedrez, backgammon (tablas reales) e incluso lomos de libros.
Este arte tradicional sofisticado de Uzbekistán siempre ha sido muy popular. Pocos se van sin llevarse un recuerdo pintado, cada objeto no sólo está hecho con amor, sino que conserva el calor de las manos del maestro y representa una parte de la cultura uzbeka rica y centenaria.






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